“…Tú que sembraste en todas
las islas de la moda
las flores de tu gracia,
¿cómo no ibas a verteEnvuelta en una muerte
con asalto a farmacia?...”
las islas de la moda
las flores de tu gracia,
¿cómo no ibas a verteEnvuelta en una muerte
con asalto a farmacia?...”
Joaquín Sabina
Soy un convencido de que el hombre que soy, como diría una amiga de interés ilimitado, es el resultado de muchas, más bien, las suficientes mujeres que de una manera u otra, ya sea arriba, abajo, de lado o del otro, estuvieron en mis días, noches, casas, camas, regaderas, hoteles, parques públicos, cantinas o en la intimidad de un “vochito” estacionado en alguna calle de la ciudad.
Ciertamente ella no es una fiel lectora, Ojalá (que quiere decir Ala quiera) lo fuera, sin embargo, ella es Batichica en un papel más íntimo, más rico, más perverso.
Es decir, lo perverso (mmm qué rico) lo lujurioso (mmmm más rico) y lo libidinoso (oh, por dios, qué delicia) no son inherentes a mi persona, yo no nací con esos gustos, a lo mucho en mi alma estaba la semilla de la “creatividad sexual” pero para que germinara se necesitaba de la humedad fecunda (es que, en verdad, el hombre que no sabe de la humedad de una mujer, simplemente no conoce lo estrictamente divino) de una dama, desde la que tímidamente me dio un primer beso, hasta aquella que me amarró por primera vez a una cama.
Entonces, en suma, creo que soy el resultado, de buenos, pero muy buenos momentos, para cada perversión, gusto, desvarió o práctica sexual que me gusta, hay una (o varias) mujeres que me mostraron los encantos de ella, que tuvieron el tiempo para decirme, “ven acá, tómame, tócame, tócate, toquemos juntos, el uno al otro, nosotros a otro, otros a nosotros, otro a ti, a mí, a los dos y así todas las posibles combinaciones.
Todo esto sale a colación, porque en estos días evoqué, como se evoca una copa de buen vino tinto, un rico tabaco bien liado, la sabia que nace de la entrepierna de la mujer perfecta, la que ocupa un lugar en el espacio, la que suda, piensa y coge, porque en el gusto de esa actividad nace y se establece el amor.
Es decir no hay amor sin cogida o cogida que irremediablemente te lleve al amor.
Pero les decía (esta facilidad que tengo de perderme en los temas) que evoqué la presencia de una mujer… Qué, ¿sabe usted? Fue la primera –cuando crío- que vi con ropa entallada, mega entallada, es decir, por primera vez, yo curioso, tuve a mi alcance las piernas desde la pantorrilla hasta… Qué barbaridad.
Pero sobre todo, entendí la estructura erótico-pornográfica de sus senos y lo curioso es que todo esto sin que ella estuviera desnuda.
Es más, si soy sincero, pese a ser un chicuelo, esta mujer de deliciosas piernas, fue mi primera referencia al mundo del BDSM, pese a que yo no tenía las más peregrina idea de que existía ese mundo.
Sin embargo, aún recuerdo, con cierto morbo (no, más bien con mucho morbo, de ese morbo rico y que por supuesto del que excita) cuando ella, o sea, la mujer de la que estoy escribiendo, estaba atada, con sus brazos hacia arriba y su cuerpo espigado, dentro de un top, pegado… Pegado, vamos, para que me entienda “embarrado”, quedaba expuesta a cuanto ser bizarro se encontraba en su camino.
Debo reconocer que muchas, pero muchas, muchas veces me hubiera gustado tenerla así en mi habitación para hacerle… Pues la verdad, ni idea, porque cuando yo la miraba así, toda tan Bondage, yo no tenía ni la más peregrina idea de que se debe hacer en una situación como esa, con una mujer como ella y en un mundo como éste. O sea, era una “papa frita” cuando en cuestiones de excesos se trataba.
Sin embargo, el tiempo pasa y ella, como suele suceder con las mujeres, las conquistas y los besos, se convirtió en una referencia, un recuerdos en un tema para evocar sólo en algunas ocasiones.
Esta semana murió ella… Se llamaba Yvonne Craig y fue la actriz que interpretó Batichica en la serie televisiva Batman en la década de los años 60.
Ella fue la primera que me enseñó la belleza del latex, de los bodys, de la ropa ajustada, pero sobre todo, de unas piernas bien torneadas y unos senos hermosos y eso para un hombre como yo es muy, pero muy importante.
Falleció a los 78 años de edad a causa de un cáncer.
Además de Batichica, Craig también interpretó a Martha, la chica esclava de Orión que quiso matar al capitán Kirk en la tercera temporada de Star Trek.
Lejos de la “pequeña pantalla”, en su carrera cinematográfica destacan sus papeles en dos películas junto a Elvis Presley, “It Happened at the World's Fair” y “Kissin' Cousins”.
Ciertamente hace años que no veo un capítulo de Batman, pero a partir de ahora cómo se le va a extrañar.
Para decir adiós
Ok… No teniendo nada más que decir… Solo basta recordar que para declaraciones coquetas o confesiones candentes queda el correo: medinaarturo@gmail.com
Pero si la urgencia es mayor y es menester el análisis en ropa interior o mejor aún en cueros, pongan algo en el blog https://callemelancoliatgo.wordpress.com/
Hasta la próxima.
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